martes, 29 de marzo de 2022

Últimos días en Islandia

Con la llegada del viernes, llega el último día de curso. En las clases de ese día pusimos en práctica el método de las “estaciones” e hicimos diferentes valoraciones del curso, reflexionando sobre lo aprendido.

                                             Actividades trabajadas en el curso


El final del viernes y el sábado hicimos diferentes excursiones visitando y aprovechando lo máximo posible las últimas horas en Islandia, antes de regresar el domingo pasando por Londres unas horas. Ha sido una gran experiencia, tanto a nivel formativo con el curso y compartiendo experiencias con profesores de otros 14 países diferentes, como a nivel cultural descubriendo un país nuevo donde la naturaleza es tan importante.

 

                         La costa sur de Islandia / una librería

           Una de las cafeterías donde los libros tienen gran importancia

Curiosidad cultural IV: En algunas zonas de la capital, los adolescentes tienen que estar de vuelta en sus casas a las 10 de la noche. Como la policía se encarga de otros aspectos, desde hace unos 10 años hay patrullas de padres con el mismo poder que la policía que pueden enviar a los adolescentes a sus casas si se han pasado de la hora.

Islandia: continuamos

El miércoles cambiamos el orden de las clases y estuvimos visitando una planta geotermal, donde nos explicaron de dónde procede la energía que se utiliza en Islandia, y nos comentaron que los precios resultan muy baratos para todos ya que es muy fácil conseguirla. Una vez terminada la visita guiada, nos dirigimos hacia el Golden Circle Tour, donde vimos cascadas y géiseres, todo por supuesto acompañado de una capa de nieve cubriendo todo.

                             
                                            Planta geotérmica

                                                         
                                         Sigue la nieve...

                                    Cascada en el Golden Circle

                                              Géiser


Una vez terminada la visita, volvimos a Reikiavik para visitar un instituto (Grunnskóli), que tiene primaria y secundaria a la vez, algo que es bastante común en este país.

                                        
                                      Los exteriores
                                        
                                  Zonas de descanso para el alumnado

Tal y como sucede en España, la obligatoriedad en los estudios es hasta los 16 años y las ratios oscilan entre 18 y 25 alumnos/as por clase. Con respecto a las asignaturas, tienen las asignaturas más “comunes” pero también tienen asignaturas obligatorias como costura o carpintería. En cuanto a los idiomas, estudian inglés desde el tercer curso, danés desde séptimo y una vez llegan a college (bachillerato) eligen entre español, alemán o francés.

                                
                                    Clases de carpintería y costura

El colegio que visitamos trabaja por proyectos, y se evalúa por objetivos (en primaria, no tienen notas numéricas).

                                          
              Los alumnos/as dejan su ropa de la nieve y sus "trineos" para el recreo.


En las clases del jueves, continuamos hablando sobre otros aspectos del sistema educativo islandés, seguimos conociendo nuevas formas de trabajar y en la última sesión cada uno de nosotros pudo compartir algunas actividades que utilizamos en nuestras clases (entre las propuestas más interesantes, estaban actividades con dados, búsquedas del tesoro con códigos QR o Genially para realizar escape rooms).


Por la tarde, y aprovechando que el tiempo nos daba una tregua, tuvimos una visita guiada por la ciudad, donde hablamos, entre otras muchas cosas históricas y culturales, de la cultura de los elfos, ya que más de la mitad de la población creen en ellos.
               Juegos en la calle / Hallgrímskirkja

Contraste cultural Islandia III: Aunque la lengua oficial de Islandia es el islandés, son muchos los que hablan inglés, por su internacionalidad y por su “cercanía” a Estados Unidos. De hecho, una de las profesoras nos explicaba que cada vez son más los adolescentes que hablan entre ellos en inglés, y que tenían que buscar soluciones ya que podría suponer un problema en el futuro para la conservación del islandés.