Buenas tardes bien heladas desde Vantaa (es donde estoy, en VANTAA , un municipio de la provincia de Helsinki, con unos 200.000 habitantes), donde los móviles de repente dejan de funcionar si intentas usarlos en la calle, bajo las ráfagas del viento glacial.
Y aquí en esta otra dimensión esta mañana he encontrado al hermano gemelo de nuestro “Bonifacio Sotos”.
Es un hermano querido, mimado y orgulloso de sí mismo a pesar de tener la misma “anatomía” ( las mismas dimensiones y distribución) que nuestro “Bonifacio”. Se llama “ Veromäen Koulu”. ¡Fijaos: hasta tienen nombres y apellidos parecidos! Sin embargo, este último se llama a si mismo CAMPUS. Y al igual que los niños con las mismas características pueden coger diferentes destinos en la vida, dependiendo de su opinión de si mismo, las instituciones también los hacen.
De aquí mi propuesta: llamar a nuestro instituto también “CAMPUS” y lo único que nos queda por hacer tras este nombramiento, es subir a la noria milagrosa del currículum Finlandés, donde ningún aspecto del desarrollo personal parece ser olvidado.
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